«La intercesión de María es intercesión de Madre, y por consiguiente nada puede negar el divino Hijo a tal Madre; pero la intercesión de san José es la intercesión del (…) cabeza de familia de la casa de Nazaret, que se componía de Él, de María y de san José.
»El jefe de la casa era precisamente san José: he aquí que esta intercesión no puede menos que ser omnipotente, ya que ¿qué pueden negarle a san José, Jesús y María, a los que José protegió toda su vida, y que realmente le debieron los medios de su existencia terrena?».
Estas palabras del papa Pío XI en el 19 de marzo de 1938 nos estimulan a alentar en nosotros aquella confianza viva en el poder de san José para remediar todos nuestros males y socorrernos en todas nuestras necesidades. Hemos de pedir al santo Patriarca que nos dé a nosotros la confianza que tuvieran sus grandes devotos: santa Teresa de Jesús y la madre Petra de san José; el beato Enrique de Ossó y el beato Palau y Quer y tantos otros santos con multitud de fieles cristianos.
En América, el CELAM ha puesto bajo la protección de san José la nueva evangelización propuesta para el quinto centenario del nacimiento de aquel nuevo mundo católico. ¿No sería conveniente que nosotros, los españoles, los catalanes particularmente, y singularmente los barceloneses en este milagroso santuario de san José de la Montaña, insistiéramos con oración fervorosa y confiada para que el glorioso Patriarca tomase bajo su protección la formación de los sacerdotes, la identidad y fidelidad de los religiosos, el acierto de la tarea pastoral de los obispos y la fecundidad y fidelidad de los matrimonios, la liberación de los jóvenes de los graves escándalos que saturan hasta la asfixia nuestra vida colectiva, la restauración de la práctica frecuente del sacramento de la Penitencia, y tantas apremiantes necesidades que nos afectan?
Que san José nos obtenga de su virginal esposa la Madre de Dios y de su divino Hijo Jesucristo una nueva y santificadora reevangelización de España, para que en ella reine por su amor el Corazón de Jesús.
Francisco Canals Vidal,
La Montaña de san José (enero-febrero de 1991) 10-11